El fin de año nos trae costumbres y rituales propios de cada cultura, unos más peculiares otros más populares, todos ellos cargados de un gran simbolismo. Aqui te compartimos apenas algunos de los más llamativos en América Latina.
La tradición más común es usar ropa blanca como significado de paz, proveniente de la cultura y religiones africanas. Más específicamente del candomblé, religión que combina ritos y ceremonias del animismo africano, el catolicismo y la hechicería con danzas y cantos.
Las prendas blancas se usan como representación de la purificación espiritual. A pesar de que este color es el más usado, han empezado a usar el amarillo para el dinero o el rojo para el amor, entre otros.
Además, una gran cantidad de personas pasa la “réveillon”, noche del cambio de año, en la playa. Allí al cumplirse la medianoche saltan siete olas. Este número es considerado cabalístico y el acto de saltar las olas significa abrir nuevos caminos para el año siguiente.
En cuanto a la cena hay determinados alimentos que tienen una connotación positiva, por ejemplo las lentejas, para que no falte la comida en el nuevo año, así como las uvas para la prosperidad. Curiosamente otros guardan en sus billeteras, a partir de esas fechas, tres pepas de granadilla para atraer dinero todo el año.
ARGENTINA:
La cultura argentina, influenciada por su ascendencia europea conserva algunas de sus tradiciones, por ejemplo la celebración de la navidad suele ser en familia y el año nuevo con amigos, que después de las 12 salen de fiesta. El uso de prendas de determinados colores también es común; la interior rosa para la buena fortuna y azul para la paz.
Además, es común después de media noche dar el primer paso con pie derecho para ir por buen camino el año que viene. Otro ritual, proveniente de los Países Bajos, es comer donas azucaradas para tomar conciencia de la circularidad del tiempo mientras el dulce aleja las amarguras.
MÉXICO:
El segundo país más grande de la región tiene como cábalas las semillas para la abundancia y el alimento, particularmente contar doce puños de semillas comestibles como maíz, lenteja, frijol, arroz, trigo y garbanzo y regarlos en la entrada principal de la casa.
Durante la cena de año nuevo en el centro de la mesa se ubica un arreglo de manzanas rojas y verdes rodeadas de billetes y monedas para atraer las buenas energías; las rojas para la salud y las verdes para el dinero.
Para atraer la energía positiva es común preparar infusiones con hierbas dulces como la manzanilla, menta y yerbabuena para luego bañarse en ellas con jabón de cuarzo para eliminar las energías negativas. Asimismo, mezclan de dos litros de agua, aguardiente, miel y canela para lavarse durante tres días seguidos con el fin de ahuyentar los malos espíritus.
COLOMBIA:
Una de las acciones más populares en el país son los juegos pirotécnicos y los llamados “años viejos”, muñecos elaborados con ropa usada, que se queman a la medianoche para despedir el año que termina y augurar buenos presagios para el entrante, esta tradición es común en México, Ecuador y Venezuela.
De los múltiples propósitos para el nuevo año está viajar y sonadas las campanas de la medianoche los que desean atraer los viajes salen a dar una vuelta a la manzana corriendo con un equipaje de mano.
URUGUAY:
Uno de los rituales más curiosos del país charrúa es el de tirar desde la puerta de la casa un balde de agua a la calle para alejar las malas energías y dejar la entrada libre a las buenas. Así como quemar almanaques, calendarios y agendas del año por terminar para enfocarse en un nuevo ciclo.
Fuente: aviancaenrevista