El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha plantado cara este sábado a las críticas recibidas durante la semana por parte del Banco Central Europeo (BCE), que ha cuestionado el impuesto a la banca que pretende implantar el Ejecutivo español y le ha recomendado que realice antes un “análisis exhaustivo” de las consecuencias negativas que podría tener sobre el sector.
En este sentido, Sánchez ha insistido en que el Gobierno continuará con su hoja de ruta de aprobar unos impuestos a las empresas energéticas y a los bancos “para que los que estén arriba apoyen a los que están abajo” en las actuales “circunstancias tan dramáticas” que ha provocado “la guerra de Putin” en Ucrania.
Sánchez, que ha participado este sábado en un acto convocado para respaldar las candidaturas socialistas en Vitoria y Álava en las elecciones del próximo mayo, ha hecho una defensa de la “política útil” frente a los “corifeos del neoliberalismo” que solo plantean “problemas a las soluciones” que el Ejecutivo pone sobre la mesa.
En su intervención, el presidente del Gobierno ha destacado que el Gobierno ha sacado adelante sus propuestas, fraguando acuerdos “con muchos partidos, salvo con dos (PP y Vox) que están en el extremismo negacionista”.
En relación con la bajada de impuestos, Sánchez ha insistido en que el PP está ahora más callado en este asunto, tras el patinazo de la ex primera ministra británica Liz Truss, y ha reprochado a los populares que mintieran cuando decían que la inflación de España era la más alta de Europa hace unos meses y hoy “callen” cuando sigue siendo “alta, pero de las más bajas de Europa“.
“Hace unas semanas, a cada problema que se presentaba, la respuesta del PP era bajar los impuestos”, ha apuntado Sánchez, que ha defendido el planteamiento del Ejecutivo con la bajada del IVA de la luz y del gas “a la clase media y trabajadora”, ya que con ellos “se exige una mayor solidaridad y mayor justicia social a los que más tienen”.
Defensa de los impuestos
Pedro Sánchez ha ilustrado estas afirmaciones con un ejemplo al explicar que un trasplante de corazón en el sistema nacional de salud cuesta poco más de 90.000 euros y en Estados Unidos, con un sistema de salud privado, el mismo trasplante costaría 1,5 millones de dólares. “Esto dice mucho de la eficiencia del sistema de salud nacional público y gratuito; dice mucho de cómo de ineficiente es convertir en mercancías lo que siempre deben ser derechos, el derecho a la salud y a la educación”, ha remachado.
Por ello, Sánchez ha defendido que no quiere una España en la que la gente se tenga que hipotecar para hacer frente a una grave enfermedad, tanto de ellos como de sus familiares. “Con nuestros impuestos, nosotros recibimos mucho más de lo que pagamos. Construimos entre todos una sociedad más cohesionada e igualitaria”, ha subrayado.
El también secretario general del PSOE ha afirmado que “el PP de hoy es el de siempre”, pero cree que “no deja de ser curioso que comenzó con una propuesta de rebajar indiscriminadamente los impuestos y luego, tuvo lugar el patinazo de la primera ministra británica porque los mercados financieros vieron que no se iba a ningún lado“.
“Hablaron del timo ibérico, y resulta que la presidenta de la Comisión europea, que es de su familia política, aplaude esta solución ibérica que nos está permitiendo controlar la inflación y hacer que los precios de la energía sean inferiores a los que pagan otras economías europeas”, ha afirmado.
Al respecto, ha reiterado que es necesario “cuidar al socialismo democrático” porque “con todo el sufrimiento que ha provocado la crisis financiera, es evidente que la única ideología que queda en pie para dar una respuesta solidaria a todos los desafíos que hay por delante, sea la crisis energética, la desigualdad o la emergencia climática, se llama socialdemocracia y eso lo representa el PSOE en España”, ha proclamado.